La Jornada/ agendamx.org
Ciudad de México
Andrés Granier Melo |
El ex gobernador de Tabasco Andrés Granier Melo fue dado de alta del hospital Ángeles del Pedregal, en la ciudad de México, e inmediatamente fue trasladado a instalaciones de la Procuraduría General de la República (PGR) para ser puesto a disposición de un juez federal, a fin de que responda por los delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita y evasión fiscal (que no se le había notificado).
Granier fue trasladado de la subdelegación de la PGR en la delegación Azcapotzalco al Reclusorio Oriente para ponerlo a disposición de Taissia Cruz Parcero, juez cuarta de distrito en la capital del país. La de ayer fue la primera noche que el ex mandatario pasará en prisión en espera de que se le vincule a proceso o se le dicte auto de libertad.
Interrogatorio inesperado
El 9 de junio Granier aseguró en entrevista televisiva que se encontraba en Miami y que regresaría a México a limpiar su nombre.
Funcionarios que participan en el Gabinete de Seguridad Nacional revelaron que el gobierno estadunidense avisó a México que Granier había sido notificado de que su visa vencía a mediados del mes y no le renovarían su permanencia en ese país.
El 11 de junio Granier Melo regresó a México y un día después compareció ante la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (Seido), donde se integra una averiguación previa contra ex funcionarios de Tabasco por operaciones con recursos de procedencia ilícita (lavado de dinero).
Las fuentes consultadas explicaron que el día en que compareció en la Seido, Granier Melo creyó que le bastaría entregar su declaración por escrito y exponer verbalmente lo que supuestamente hizo durante su mandato (2006-2012), pero quedó sorprendido cuando le informaron que debía responder preguntas y que se le brindarían todas las comodidades para ello, incluidos los medicamentos que necesitara para controlar su presión arterial, ya que la diligencia podría ser larga. Fueron casi 32 horas de interrogatorio.
El 13 de junio, sin ser visto por los medios de comunicación, el ex gobernador de Tabasco fue llevado a la casa que posee en el sur de la Ciudad de México, vigilado por la Policía Federal ministerial.
Granier prometió en la Seido que estaría en Villahermosa para declarar ante la Procuraduría de Justicia de Tabasco. Según los funcionarios consultados, por eso lo dejaron ir a su casa, vigilado.
Antes de las 5 horas del 14 de junio, Granier Melo llamó a su abogado, Eduardo Luengo, y se internó en el nosocomio. El ex gobernador rompió el compromiso de ir a declarar a Tabasco, y lo arraigaron.
La intención del gobierno federal era que las autoridades tabasqueñas decidieran qué hacer con el ex mandatario, pero al estar hospitalizado existía el riesgo de que se fugara, por lo cual se instaló vigilancia.
El domingo pasado la defensa de Granier Melo envío una carta al procurador Jesús Murillo Karam para pedirle que pusiera fin al arraigo, por ser ilegal. La PGR solicitó su aprehensión. Los mandamientos fueron otorgados por el juzgado cuarto de Villahermosa.
La madrugada del martes un integrante de la defensa del ex mandatario tuvo un altercado con funcionarios de PGR, entre ellos una médica legista, cuando pretendía certificar el estado de salud de Granier. Esto fue reportado por personal del nosocomio, ya que los servidores públicos no pudieron realizar la diligencia.
A las 19 horas, el ex gobernador fue dado de alta y de inmediato conducido a instalaciones de la PGR, donde se le practicó una revisión médica.
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